martes, 17 de mayo de 2016

Contigo sin ti...

 
 
 
Contigo. En tu regazo, a tu lado, de tu mano. En mi camino, en el tuyo, en el nuestro. En la complicidad, en el recorrido, en los días y los años. En mí, a tu lado, fue creciendo la persona que soy hoy.
 
Contigo aprendí a hacer de mis sueños el motor de mi vida, a no desfallecer ante los noes que la vida me fue dando y a valorar y disfrutar los síes que llegaron. Y hoy, en este contigo sin ti, escribo las líneas finales de un camino que seguirá su curso en las personas que permaneceremos por aquí un tiempito más.
Contigo vivimos un montón de días festivos que improvisamos, aun a sabiendas que tu reloj biológico había empezado a contar marcha atrás. Ganamos un tiempo valiosísimo en el que hoy, de su recuerdo, nos regocijamos todos los tuyos con auténtica ternura.
Vivimos, entre otras celebraciones, una NocheBuena-Navidad-FinDeAño improvisada en el mes de febrero, con sus turrones, campanadas, uvas y espumillones. Un Sant Jordi adelantado en el tiempo, con rosas y puntos de libro personalizados. Aquella mariscada de la que te encaprichaste una tarde en el hospital y disfrutamos en cuanto mejoraste un pelín, o la inauguración de la compra de unas sillas de comedor, excusa fantástica para volver a reunirnos todos.
Vivimos, en definitiva, lo que ya habíamos bautizado como “FAMÍLIA en mayúsculas”. En cada celebración cantamos y bailamos hasta agotarnos en melodías que, son y serán ya, el hilo musical de nuestra nueva vida contigo sin ti.

Todos juntos siempre, nadie faltó a esas importantísimas citas. Todos juntos supimos labrar los recuerdos en los que hoy nos estamos refugiando.
 
Contigo. En mi niñez, en tu magia; en mi adolescencia, en tus vivencias; en mi rebeldía, en tu carácter. Contigo. En conversaciones infinitas insaciables. Contigo. En días de playa y noches veraniegas cerquita del mar. Contigo. En nuestro Cubelles. Contigo. En el trabajo, tú y yo, padre e hija, juntos, comerciales por el mundo. Contigo. En mi cáncer, en el tuyo, en el principio, en tu final, juntos, contigo sin ti, hoy.
 
Contigo. Con Mateo, mi padre, con toda la fuerza que tenías y que hizo de tu persona el ser tan intenso, auténtico, creativo y enérgico que hoy deambula por nuestros corazones huérfanos de tu presencia.

Contigo sin ti. Siempre. Te quiero papá!!
 
 
 


jueves, 5 de mayo de 2016

Clínica Corachan, muchas gracias!!!








MUCHAS GRACIAS!!!! 


Estas líneas pretenden ser, únicamente, un acto de agradecimiento a la actitud de la Dra. Serradell y a todo su equipo, que trataron durante estos últimos meses a mi padre,  Mateo Escribano , una mención muy especial a las enfermeras de la sexta planta, a las que tanto cariño les tenía él, y que acompañaron desde el inicio de la enfermedad hasta el fin de sus días.

Y queremos agradecer la actitud, porque de la profesionalidad no haría falta ni hablar, esa quedó demostrada en el transcurso de los días y en el devenir de la enfermedad.

La actitud es lo que distingue, en un momento dado, a las personas que cumplen con su jornada laboral de las personas que sienten de corazón lo que ocurre a su alrededor. De esa actitud hemos quedado prendados y queremos agradecer, sobre todo, la ternura, el respeto, la sensibilidad, el trato humano y cálido que recibimos, tanto paciente como familiares, todos y cada uno de los días que compartimos juntos.

Acomodar a un ser querido en la habitación de un hospital porque una enfermedad ha sentenciado ya sus días, es un trance dificilísimo de asumir.

La impotencia va de la mano de la rabia y de la desesperación ante la ignorancia de un futuro inmediato incierto, pero ahí estáis vosotras, las profesionales cualificadísimas, alquimistas de sensaciones, capaces de transformar nuestra ira en conformada serenidad y su desasosiego en plácido bienestar.

No hay dinero que pueda pagar la labor humana que hemos presenciado, ni palabras que puedan definir nuestro agradecimiento, por lo que sólo podemos deciros GRACIAS, gracias por estar ahí, gracias por atender y entender, gracias por convertir vuestro oficio en refugio de nuestro consuelo, gracias, gracias y mil gracias a todas.

 

 

Fdo. Los familiares de Mateo Escribano Carrero.