viernes, 13 de febrero de 2015

Brindo por el amor

 
 
Brindo por el amor, por el amor auténtico, así de simple y contundente a la vez, sin tapujos, sin florituras, por el amor auténtico!
No por el amor ardiente o romántico, tampoco por el amor platónico o el incierto, ni por el amor pasajero o alocado. Esos amores dan de sí lo que dan de sí.
Brindo por el amor sereno que sobrevive a las inclemencias de la rutina,  que escribe el presente con trazo firme, ese amor que, vacío de pasiones efímeras, se asienta sobre cimientos sólidos indestructibles.
Brindo por el amor de años compartidos que han llenado el pasado de grandes recuerdos y que auguran, siempre, un futuro sosegado.
Por ese tipo de amor que cuando llega lo hace para quedarse por siempre, que crece con las personas que lo habitan, un amor adulto, amor maduro, cristalino, pausado y seguro. Ese amor por el que vale la pena brindar una y otra vez.
Brindo también por el amor nítido, ese que nada tiene que esconder. Amor de a dos, que a su paso dibuja sonrisas satisfechas. Amor virgen, diáfano y limpio. Amor de historias tejidas sin costuras desde el alma.
Brindo por el amor valiente. El amor imparable. Amor desnudo de antiguos tropiezos, capaz de caminar con paso firme y decidido plantándole cara a todo lo que intentara entorpecer su crecimiento.
Por ese amor que brilla con luz propia, que no pasa desapercibido, que pasea por las calles de la vida saboreando el latir de su existencia.
Y por el amor prudente, ese que lleva en todo momento el respeto por bandera, que mide sus pasos, donde camina y con quien lo hace. Un amor tolerante, cuerdo y sensato, un amor sano que prevalece en el tiempo de quien lo disfruta.
Brindo por el amor así de grande, por ese amor me apetece hoy brindar.
 
Feliz día del amor!