miércoles, 25 de julio de 2012

Fuego contra Vida


Declarada, una verano más, la guerra. El fuego contra todo lo que tiene vida.

Detenerlo está costando esfuerzos impagables, está costando vidas humanas como en todas las batallas, pero volveremos a ganar en este encontronazo feroz de combatientes sedientos de victoria.


Fuego que devastas montañas, bestia rabiosa que asesinas árboles, animales y personas, que irrumpes en nuestra tranquilidad queriendo acabar con la frescura de nuestros valles, con la belleza de nuestros paisajes, vamos a acabar contigo, no te quepa la menor duda.

Fuego que te creces ante el desespero humano, tus llamas acechan a nuestra población. Eres una alimaña celosa de nuestro paraíso, sé que tienes de aliado al viento, compañero ideal  que sopla con fuerza desmesurada para ayudarte en tu propósito, juntos os paseáis arrogantes por nuestra naturaleza inocente, arrasando con todo a vuestro paso. Veo con estupor tu baile burlón entre nuestras riquezas. Tu furia a nosotros nos hace más fuertes, nos une más. No dudes ni un instante que vamos a ganar esta guerra otra vez.

Después ya lloraremos a nuestros muertos en el desolado paisaje que nos dejarás, ya repoblaremos nuestras tierras y ya celebraremos nuestra victoria, de momento seguimos aniquilándote con todas nuestras armas.

Todos estamos contra ti, te tenemos rodeado y lo sabes. Así que no hay más opción que doblegarse ante la derrota.

Jaque mate al enemigo. Ríndete ya!!!!!


miércoles, 18 de julio de 2012

Querido insomnio




Querido insomnio:
Hace algún tiempo ya que no sabía de ti. Debo decirte que no te echaba en falta, para qué nos vamos a engañar. Pero ahora has decidido volver a juguetear por mis noches, aunque no seas bienvenido. No recuerdo haberte invitado, ¿Si? ¿Lo he hecho? ¿a qué no? Pues entonces debo pedirte que salgas de mi vida.
Tenemos un feo pacto que quiero deshacer aquí y ahora. Es que apareces sin avisar, eres como un amante caprichoso y egoísta que sólo piensa en su propio bienestar. 
Quizás el error ha sido mío porque lo que me das, a ratos, me gusta. Sabes que no me importa que ocupes algunas horitas de mi descanso, sabes que me encanta la paz que se respira de madrugada cuando la ciudad duerme y nos quedamos a solas tú y yo, pero también sabes que necesito conciliar el sueño un poquito. Es que, si te acuestas a mi lado cada noche, pierdo la noción de la realidad, mis pensamientos toman un rumbo extraño, nuestra conversación se vuelve densa y carente de sentido.
Absorbes mi energía de tal manera que la cotidianidad de los sucesos diurnos se transforma en fantasmas incontrolados que danzan a nuestro lado, privándome a mí de la sensatez mientras tú engordas un poco más el ego. Todo aquello que me atemoriza de madrugada deja de tener sentido al salir el sol, justo cuando vuelves a desaparecer, ya ves si eres dañino.
Y es que así ya no puedo continuar. Quiero que dejes de jugar con mi tiempo y con mi mente. Estoy cansada de revolverme entre sábanas para solucionar nada.  Márchate. Aquí, a mi lado, ya no puedes seguir. Hoy rompo ésta relación silenciosa y rara que mantenemos desde hace tanto tiempo, tú no eres bueno para mí. No vuelvas a molestarme porque no te voy a dar más cabida en mis noches. Espero que sepas respetar mi decisión y no me obligues a tomar medidas más drásticas.
Me despediría con un beso, pero me da miedo que te lo quieras cobrar cuando se esconda el sol, así que lo haré con un escueto adiós.