miércoles, 19 de febrero de 2014

Hoy es mi cumpleaños






Hoy es mi cumpleaños!!


Hoy hace cuatro años que me operaron de un cáncer de mama y también hace cuatro años que sentí, por primera vez en mi vida, la desesperación que el miedo de una enfermedad puede provocar.


Hace cuatro años que la vida me empezó a demostrar cuan fuerte puedo llegar a ser aunque hasta entonces no lo supiera.


Cuatro años en los que han pasado infinidad de cosas, de momentos, de cambios, mil sensaciones todas juntas y mil más por separado.


En estos cuatro años he conocido personas increíblemente fantásticas que forman parte ya de mi mundo. He vivido a toda mi gente entregadísima a mi necesidad. He sentido como el amor recibido ha ido aniquilando poco a poco al pánico con el que convivía. Y he aprendido a seguir caminando aceptando mi propia transformación.

Además tengo un trabajo que no me ha encerrado en un despacho. He escrito un libro. Vuelvo a llevar mi melena larga. Soy colaboradora de la aecc de Gavà y me enriquece hasta el infinito la labor que realizamos. Tengo este blog que ha recibido más de diez mil visitas ya y además escribo en algún otro. Y lo más importante de todo, he conseguido que mis hijos puedan hablar del cáncer sin sentir miedo por su mamá.

Así que, cuatro años después de aquellos primeros pasitos, miro hacia atrás y no puedo evitar que se me dibuje una sonrisa muy-muy tierna,  porque eso es lo que me llevo en el recuerdo, un tiempo de instantes dulces y prudentes, gigantes y contundentes a la vez, un tiempo de caminos por estrenar que, aun hoy, voy saboreando según se me van apareciendo.

Desde entonces, por todo lo que aquí he escrito y por todo lo que también me guardo, cada diecinueve de febrero vivo este día con muchísima ilusión. 

Hoy es mi cumpleaños y con este van cuatro ya!





   

lunes, 17 de febrero de 2014

El WhatsApp, lo que da y lo que quita




Las redes sociales, en cualquiera de sus formas, han cambiado nuestra manera de relacionarnos. Unos dicen que para bien, otros que para mal. Hay quien no puede (y me incluyo en este porcentaje) vivir sin ellas y hay quien, aun resistiéndose, poquito a poquito van entrando en esta espiral extraña.

Primero fue el facebook, valiente descubrimiento!

De repente te acuerdas de alguien, recuerdas nombre y apellido, vas al face y, zas!, allí está…..y así empieza un festival de emociones del que podría hablar hasta el agotamiento pero mejor lo dejaré para otro post, que en este voy con otra cosa.

Pues a ese gran descubrimiento le siguió el WhatsApp (en adelante wasap, que me cuesta ponerle la H, la T o la S correctamente, sí, sí, así de vaga soy J )

Un día llega el wasap a nuestras vidas y transforma nuestra comunicación. Aunque me gusta pensar que amplía la comunicación más que transformarla, cierto es que la palabra adecuada es la transformación.

A veces recuerdo con nostalgia cuando todo esto no existía y, por ejemplo, las cartas manuscritas viajaban por correo ordinario hasta llegar a ti, ibas un día al buzón y allí estaba tu carta. Tengo unas cuantas de esas guardadas con tanto cariño….

Hoy las únicas cartas que se reciben son las de las facturas a pagar, las de los bancos, alguna multa y mucha-mucha publicidad.

¿Ha caducado esta forma de comunicación? Desde aquí, y encantándome todo este rollo de las redes sociales, me reconozco una enamorada del papel y de las palabras manuscritas. Afortunadamente soy de las que todavía, en alguna ocasión, he recibido alguna carta escrita a mano que, después de leerla, he guardado con mimo en mi cajita de los recuerdos.   

Pero volviendo al wasap, estoy apuntada, en estos momentos, en un montón de grupos. Todos ellos diferentes. Grupos de trabajo, de amigos, de la asociación, de familia. Grupos de personas diferentes con las que me relaciono, donde podemos hablar de chorraditas o podemos contar algo que nos preocupa sabiendo que las respuestas no se harán esperar. Todo esto ocurre en tiempo real, una conexión instantánea que te acerca en un plis a quien buscas. La verdad es que engancha, hay que reconocerlo!

Que quieres quedar para hacer una barbacoa con unos amigos, pues creas un grupo, lo bautizas con un nombre, incluyes en él todo aquel que vaya a ir y empieza la comunicación. Nadie llama a nadie, no hace falta, la cita empieza a tomar forma, los detalles se ultiman por escrito, entonces el día acordado, a la hora prevista, todos llegan y empieza la fiesta. A ver si no es molón el wasap!

Y después vienen las conversaciones privadas, esas conversaciones infinitas en el tiempo que cuando empiezan ya no tienen fin. Empiezan con un -buenos días- y finaliza con el -buenas noches- y en medio de eso tu cotidianidad compartida, no puedes pasarte el día llamándote pero sí puedes ir charrando a ratitos por escrito y sentir así la proximidad de quienes te importan.

El wasap ha conseguido que mantengas un contacto más cercano y, aunque ha arrinconado a otras formas de comunicación, hay que reconocer que se ha colado en nuestras vidas y que ha llegado para quedarse.

Así que hoy, puesto que mi cuenta iba a caducar si no pagaba, no me la he jugado, he pagado, no quiero prescindir de esta modernidad aunque a ratos reivindique todo lo contrario. Me gusta el wasap, ya no sé vivir sin él, me gusta y mucho!!
   

viernes, 14 de febrero de 2014

TE AMO









Extraída de un pasado no tan lejano, recupera la amante una carta que un día escribió a su amado de cuando, estando juntos, consiguieron tocar el cielo con sus propias manos, de cuando, vibrando en perfecta polifonía de sensaciones, detuvieron el tiempo para regalarse un instante efímero, pero perdurable para siempre ya, en sus corazones y en todo su ser.

Y la carta decía:


TE AMO!

TE AMO cuando te espero, cuando nos citamos en alguno de nuestros lugares y se acerca la hora de que llegues.

TE AMO cuando te tengo, cuando tu abrazo arropa mi cuerpo deseoso de tu presencia.

TE AMO cuando hablas, cuando el susurro de tu voz se cuela en el interior de mi alma y me posee.

TE AMO cuando callas, cuando el silencio se interpone y fluye en sensación grandiosa de lo eterno en el tiempo.

TE AMO cuando me escuchas, cuando te adentras en mí y vives la cotidianidad de lo que te cuento.

TE AMO cuando me acaricias, cuando el tacto de nuestra piel traspasa la frontera de lo mundano.

TE AMO cuando me besas, cuando tus labios me dicen todo lo que tu boca se calla.

TE AMO cuando me aprietas, cuando sientes esa necesidad de compartir un gesto mudo de palabras.

TE AMO cuando vibras, cuando vibramos en esa frecuencia que nos eriza la piel.

TE AMO cuando me amas.

Y TE AMO cuando me esperas, cuando me tienes, cuando hablo y cuando callo. Cuando te beso y te escucho y te acaricio, cuando te aprieto y cuando vibro. 

TE AMO de la única manera que sé amar, por encima de mi voluntad, por encima de mí.

Porque no es lo mismo sentir el TE QUIERO que sentir el TE AMO.

Yo a ti ya no te quiero, yo a ti TE AMO.



Y es que los amantes bien sabían ya, que el amor es un instante efímero elevado al infinito, y que si no es desde ahí, no es amor. 

Si no es amor, no es en lo infinito. 

Y si no es en lo infinito, no es en ninguna parte.



Feliz día de los enamorados! 


Feliz día del amor!





martes, 11 de febrero de 2014

Desmontando un mito




La temida pregunta ha llegado esta noche, así sin avisar, como pasan las cosas que queremos a toda costa evitar. 

Hacer traspasar esa barrera de la tierna infancia de un niño y obligarle a adentrarse un poquitín más en el mundo adulto no es tarea fácil.

-Mamaaaaa se me ha caído un diente!!!

Mi hijo cumplió diez años hace poquito tiempo, y me pregunto yo ¿dónde está esa fina línea divisoria que separa el mundo pre adolescente del mundo plenamente infantil?

Siempre me pierdo intentando ajustar al máximo los tiempos. No quiero adelantarme pero tampoco quedarme atrás.

¿Dónde está? ¿Alguien lo sabe?

Sin tiempo de reacción busco la manera menos brusca. De hoy no pasa me digo. Esta Navidad ya supe que iba a ser la última y, de repente, tenemos el tema delante de nuestras narices.

-Cariño…..(silencio)…..(un intento de ¿sonrisa cómplice?)…..tú sabes, ¿verdad?

-Mamá, ¿vendrá el Ratoncito Pérez esta noche? Mi amigo dice que no existe, mamá dime….¿existe?

Sus ojos se abren grandiosos esperando mi respuesta y con ella su tranquilidad. Su fragilidad se me descubre nítida, con delicada simpleza y hermosa inocencia.

Uff, como pesa este silencio entre nosotros ahora mismo.

Que mayor se me ha hecho. Como en una película que pasa a gran velocidad recuerdo sus primeros reyes, la carita de asombro ante la más mágica de las ilusiones de un niño, ante todos esos regalos que reposaban bajo el árbol de Navidad y que al acostarse la noche anterior no estaban.

Recuerdo la caída de su primer diente y como me despertó llamándome a gritos desde su habitación y llegando corriendo a la mía con su paquetito en las manos y su moneda, diciendo: Ha venidoooo, mamaaaaa ha venidoooo!!!!

Tengo que contestarle ya, no puedo ni debo demorar más este momento.

La línea divisoria de la que antes hablaba se ha plantado delante nuestro, y de fina ahora mismo tiene bien poquito. Vamos al lío!

-Videta, tú ya eres grande, ya eres todo un tío!

-No. No lo soy. No lo quiero ser. ¿No existe? ¿Me has mentido todo este tiempo? ¿Mi amigo me ha dicho la verdad? Mamá, dime que vendrá!

Su carita empieza a contraerse y las lágrimas que intentaba retener asoman a sus ojos amenazando con caer. Esto no va a ser fácil. No tengo respuesta a la pregunta de “me has mentido todo este tiempo”, es tarde, es de noche, estamos todos cansados y no sé ni por dónde empezar.

Me encuentro ante la complicadísima tarea de desmontar el mito y salir airosa del papelón!

-Cariño recuerdas cuando una vez me preguntaste que dónde vivían los reyes y yo te contesté que en els somnis dels mes petits, no entendiste entonces, ya me di cuenta, tampoco preguntaste más. Pues vivían y viven en el sueño de los niños pequeños, en su ilusión, en la magia. La magia tiene truco. Toda magia conlleva un truco para…..(mierrrrda! las lágrimas ya están ahí)

Explotas en un llanto desconsolado que me parte en dos, con tus manos tapando tu cara dices entre sollozos -Ya no creeré nunca más en ti- y tu  sentencia y tu llanto retumban en todos mis sentidos.

Que difícil por favor. No recuerdo que con su hermano hubiera sido tan complicado. 

¿Por qué quemar etapas con los hijos tiene siempre esta terrible sensación de melancolía?

A las mamás, a todas las mamás, nos encantan nuestros niños pequeñitos, porque en el fondo ellos forman parte de un mundo de cuentos, un lugar irreal y muy-muy feliz.

Ese mundo paralelo al mundo de verdad que creamos a su alrededor, una burbujita donde mantenerlos a salvo, casi nada puede dañarlos ahí dentro y eso nos tranquiliza mucho.

Pero de esa burbuja hay que ir sacándolos poco a poco. Y hay unos tiempos bien marcados para ello. Me tranquiliza saber, por experiencia de su hermano, que pronto pasará este disgustillo del mito que acabo de desmontarle.

Mientras tanto a estas horas, mi hijo está durmiendo en mi cama habiéndome prometido que mañana vuelve a la suya -seguro-seguro, mamá porfi-porfi, déjame dormir hoy contigo, sólo esta noche, te lo prometo-


Los ositos de su cuarto!
Lo último que ha dicho es que no quería dormirse en su habitación porque no puedo obligarlo a crecer en una habitación donde hay ositos dibujados por todas las paredes.

Sí, sí, a mí también se me ha quedado la misma cara de asombro!!

Los niños son así de……¿espontáneos?.....yo que sé….los niños son así.