miércoles, 30 de diciembre de 2015

Adiós Año Viejo, hola Año Nuevo

 
 
 
Adiós año viejo que estás a punto de desaparecer de nuestro entorno.  
 
Particularmente tengo muchas ganas de despedirte porque en las últimas carreras, en los últimos apretones y los últimos sobresaltos me has dejado bien  agotada.
 
Ya sé que tu misión es esa precisamente, sorprenderme, voltearme, despeinarme, hacer de tu paso por mi vida un tiempo inigualable, pero te has pasado un pelín eh, vaya esto por delante…
 
Así que a tu entierro voy a llevar todas las horas feas y todos los días inútiles, siempre irrecuperables, que no valieron la pena. Llevaré lo absurdo de todas y cada una de las discusiones que a ninguna parte me llevaron y de las que podía haber prescindido; las noches de insomnio en las que batallé contra fantasmas que tantas veces me ganaron la partida y me fastidiaron el sueño y todas aquellas horas muertas en espera de resoluciones que auguraran esperanza allí donde había perdido toda la fe. 
Todo ello lo enterraré contigo justo cuando las campanadas del reloj anuncien tu irreversible muerte y el inmediato nacimiento de tu sucesor.
De todas formas durante tu reinado también viví momentos inolvidables y maravillosos que ya son míos y esos no los cambio por nada de este mundo.
Me refiero a aquellos días de colores en entrañables reuniones familiares que quedarán grabadas en los corazones de todos los que las vivimos. A todas las risas que eché con mis amig@s y a la manera tan dulce de cómo me tomaron de la mano cada vez que parecía desfallecer.
Me guardaré, para mí, los instantes llenos de magia que saboreé minuto a minuto tal y como llegaron. Hablo, por ejemplo, de aquellos mediodías tertulianos del puerto olímpico o de los infinitos paseos por el barrio Gótico, del lujo que supuso vivir una noche de ópera en el Liceo y también, cómo no, de todas aquellas tardes de cervecitas en el chino. Recuerdos, todos ellos, que me hacen sonreír tontorronamente cada vez que los revivo. 
Son mías ya todas las tardes de los conciertos caseros de Malú que fuimos improvisando hasta llegar a vivir el súper concierto del Palau Sant Jordi y otro concierto llegado por sorpresa para ver a Alejandro Sanz. La fiesta de una boda maravillosa que duró todo un fin de semana y una super noche noche de teatro, regalo de cumpleaños, donde el único objetivo del regalo era desconectar un poquito de la rutina y hacerme reír. Gracias, cariñetes, por tanto amor!
Y finalmente para ti, año que vas a nacer ya mismo, voy a ir escribiéndote una lista de deseos que colgaré, no en la puerta del frigorífico, sino en algún recoveco de mí ser, para que no se esfume en el transcurso del tiempo que vendrá.
Apunta, Año Nuevo, que empiezo con la lista. Durante tu reinado deseo aquello de dejar de fumar y hacer bastante más ejercicio. Hacer algo de dieta o por lo menos intentar comer más sano en pro a estabilizar una báscula que parece haberse vuelto en mi contra. Estudiar, pero estudiar de verdad, que cuando quiera darme cuenta estaré de exámenes y luego vendrán las lamentaciones. Y dormir, deseo conseguir dormir por lo menos ocho horas todos los días poniéndome como hora tope la media noche para acostarme, cosa que no estoy haciendo ahora mismo que el reloj de mi cocina marca la una y media de la madrugada ya. Escribir más en el blog, jolin, con lo que me gusta escribir y el poquito tiempo que le estoy dedicando. Y alguna cosa más que ahora mismo no me viene a la memoria pero que seguro debería tenerla en cuenta y apuntaré en cuanto la recuerde.
Bah! Al final ya veo que colgaré tu lista nuevamente en la puerta del frigorífico y, tal vez, en un par de meses se habrá esfumado misteriosamente. Quién sabe, a lo mejor, en esta ocasión aparezca junto a la del año que nos deja y que perdí también, aunque sólo sea para hacerme ver que deseé las mismas cosas y que tampoco las cumplí.
Así que, sin más dilación, enterraré entre uvas y campanadas este año que se muere y con una copita de cava en las manos brindaré por el que nace y que seguro llegará con esa ilusión ingenua de quien lo tiene todo por descubrir.
Adiós Año Viejo, hola Año Nuevo.