viernes, 3 de enero de 2014

Queridos Reyes Magos







Queridos Reyes Magos:


Ha pasado un año más y como siempre por estas fechas, cuando vosotros estáis a punto de hacer realidad los sueños de tantos niños que os esperan, cuando la ilusión hace que grandes y pequeños tengamos deseos por satisfacer, es cuando todos, de una manera o de otra, dejamos volar la imaginación y escribimos nuestras cartas.

Así que, sin más preámbulos, ahí va la mía!

Este año quiero pedir, en primer lugar, mucha tranquilidad y sosiego para dos amigos que están pasando por el peor de sus momentos, y pido para mí, una buena dosis de sabiduría para acompañarlos en su camino.

Quiero prudencia para saber estar a la distancia exacta que necesiten tenerme, ni demasiado cerca ni demasiado lejos, sin agobiarles pero a su lado, quiero cogerles de la mano sin que sientan por ello presión alguna.

Quiero también poder entregarles mi fuerza cuando ellos flaqueen, mi hombro cuando necesiten llorar y mi alegría cada vez que sonrían.

Pido, porque sé que el camino es duro, unas cuantas dosis de serenidad para paliar el miedo que hoy les invade y les impide ver con claridad la meta feliz que yo sí sé ver.

Y éxito, mucho éxito, ese que sé que tendrán, pero claro, por pedir que no quede ¿verdad?

Porque queridos Reyes Magos, sabéis qué pasa! 

Es que el cáncer da mucho miedo, y aunque vamos a ir a esta batalla con todas nuestras armas y somos muchos los que estamos al lado de esta parejita tan maravillosa y que tanto queremos, aprovecho vuestra presencia para que, en la noche universal de los deseos, os unáis a nuestra lucha y tengáis muy en cuenta esta necesidad; por aquello de que cuantos más seamos más fácil será nuestro triunfo.

Sé que vais a  concederme la única petición que este año os hago. Y sé que mi carta vuela ya, hacía vuestro mundo de colores y de sueños que se hacen realidad.


Gracias de antemano y feliz noche mágica para todos!







No hay comentarios:

Publicar un comentario