domingo, 5 de mayo de 2013

En la habitación de un hospital

 
 
 
En la habitación de un hospital hay una persona que se despide trabajosamente de todo lo que le rodea y que ya hoy carece de sentido para él.
 
Ni la luz del sol parece querer asomarse por la ventana para no entorpecer el proceso. El silencio pesa más que de costumbre y las horas toman esa velocidad extraña que tanto acongoja a los que, de momento, nos quedaremos por aquí.

En la habitación de un hospital hay una persona que quiere marcharse y casi sin poder articular palabra escribe, con su dedo tembloroso, en el aire las letras i-r-m-e y a los que estamos a su lado se nos corta por un instante la respiración.
 
Es la vida en estado caduco que pide paso para marcharse de un cuerpo envejecido y cansado que a ningún lugar puede ir ya.
 

 
En la habitación de un hospital hay una persona que cierra los ojos definitivamente y finaliza así un trayecto de más de noventa años vividos, de mejor o de peor manera, qué más da eso ahora, dejando un vacío doloroso que no encuentra consuelo en ninguno de los razonamientos lógicos.

Y es que en la habitación de un hospital hay una persona que ha emprendido ese camino sin retorno aparente, hacia el infinito, hacia el Universo o hacia dónde sea, y yo le deseo de todo corazón que haya conseguido su propósito final, reunirse con quien tanto echaba de menos aquí.

Es más, creo firmemente que ya se han encontrado en ese lugar tan misterioso, que puede estar tan lejos y a la vez tan cerca, donde sea, pero creo que están juntos y que están en paz.

 
 
 

5 comentarios:

  1. Lamento esta perdida cercana a ti..
    Quiero y deseo pensar que lo ha conseguido, que su proposito final, este siendo un nuevo pricipio con una vieja y querida persona conocida.

    Un abrazo preciosa

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    1. Yo también quiero creer que se consigue, no tiene sentido la vida de otra manera, verdad?

      un besazo cariño!

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  2. El tiempo a veces se vuelve espeso, pastoso y el espacio en el que habita es una gran urna gelatinosa, te deja respirar pero te exige esfuerzo,
    Te chafa el cuerpo contra la silla y cuesta despegarlo de ella, los gestos se hacen lentos y sólo los imprescindibles. Algo parecido al sueño pone un peso desmesurado en los párpados que casi no pueden con sus pestañas.
    Los sonidos, por monótonos y repetitivos se convierten en una constante inconsciente y racionalmente imperceptible, sólo toman cuerpo ante otro no esperado que te devuelve a una mediocre vigilia.
    Así es este momento, largo, corto, qué más da, momento en el que se resume un viaje de noventa y dos vueltas y media alrededor del sol, como cualquier otro vulgar elemento del universo, ni más ni menos importante, somos eso, una molécula más que forma parte de eso que no sabemos que es, pero que le hemos puesto nombre, El Universo.
    Todo queda y toma sentido aquí, ahora, en este instante con fecha pronta de caducidad.
    Un largo viaje para llegar donde estamos, a este espacio en el que se vive el ahora y que muestra constantemente en las paredes escritos de memorias, recuerdos no siempre de fácil comprensión y que quedarán allí, en el aire, tintineando las dudas constantemente.
    Todo parece fuera de una lógica, la tenue luz, el sonido de la bomba de morfina, el burbujeo constante del oxígeno, la respiración profunda, trabajosa de un cuerpo que ya ha cumplido con su tarea, todo parece prescindible en este momento que resume una vida. Vivida para?
    Y ahora, a dónde va esa energía que llamamos vida, guardamos el cuerpo en el que ya no habita, pero, eso a lo que le hemos puesto el nombre de energía, dónde va.,
    Damos nombre y nombramos cosas que no sabemos que son.

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  3. Hasta hoy no he podido dar por definitivo este texto y, hasta hoy no he podido compartirlo en tu blog como era mi deseo.
    Un beso
    José Luis

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    1. Pues aquí queda este pequeño homenaje a tu padre, gracias por publicar tus palabras de aquel momento en mi blog.

      Esta primavera extraña que estamos viviendo se ha llevado a nuestros mayores casi a la vez. A mí también se me quedan preguntas por responder...

      Un beso cariño!

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