Empieza nuestro mes, el mes rosa.
Octubre. Treinta y un días donde la lucha contra el cáncer de mama toma un protagonismo
especial, y con él siento que yo misma tomo un protagonismo especial también. Todo
el que me conoce sabe de mi lucha y de mi encontronazo con el cáncer. Por lo
que desde aquí quiero celebrar algo así como un cumpleaños de la enfermedad.
Cuando el cáncer me sorprendió en aquella
ocasión, hace dos años ya, quise ocultar con todas las armas de las que disponía
el fatídico destino, destino temporal eso sí, pero fatídico a mi manera de ver.
Le llamaba la enfermedad, el proceso, el bicho, la putada!!!
Cáncer, era entonces una palabra
tabú, era aquella palabra que casi ni te atreves a pronunciar en voz muy alta,
por si acaso. Cáncer, es como una maldición que recae sobre tu persona cuando
menos te lo esperas, sobre tu vida y sobre la vida de las personas que te quieren.
Pero vamos a celebrar nuestro mes teñido
de rosa y con él un montón de actos preparados para concienciar, para informar,
para compartir, para lo que sea necesario. Con él llega también una emoción que
no sé describir muy bien, la emoción del triunfo quizás.
Participando activamente, desde hace
algún tiempo ya, con la JUNTA LOCAL de la Asociación Española Contra el Cáncer de Gavà, he aprendido a sobrevivir a los temores que la resaca de un tiempo
pasado dejó sobre mi conciencia. Junto a personas maravillosas a las que adoro
y que altruistamente entregan a diario su tiempo a la causa, he aprendido también
a pronunciar la palabra cáncer firmemente, sin que me tiemble la voz por ello.
Desde la Junta Local a la que
pertenezco quiero compartir una sensación generaliza que sé, con total certeza,
tenemos todas en nuestro interior. Compartir la ilusión de lo que consideramos
un aniversario que dura treinta y un días, donde somos protagonistas de esa
realidad que nosotras ya dejamos atrás y eso nos da una sabiduría que queremos
pregonar, porque sabemos que puede
ayudar.
Y aquí quiero vestir de rosa también
el blog con este post, dedicado al segundo aniversario de cuando el cáncer vino a picar a
mi puerta y a mi cuerpo.
¿Mi mejor regalo?
Volver a celebrar la victoria un año
más.
La asociacion a la que perteneces ha de sentirse muy afortunada, de poder contar (sin desmerecer al resto, pero es lo que tiene hallarme entre las personas que te quieren) con tu obtimismo, fuerza, humanidad, dulzura y simpatia.
ResponderEliminarCon toda la ilusion y de todo corazon, te deseo un feliz mes rosa. Muas!