Estas muy, pero que muy, guapa!!!

Viendo esta fotografía, me pregunto dónde quedó la princesita de rizos dorados que, hasta hace 4 días, nos regalaba en las sobremesas familiares la frescura de la niñez, el desparpajo de una mente inagotable de ideas divertidísimas y originales.

Dónde quedó la niña capaz de subirse a una silla para recitarnos la poesía de turno aprendida en el colegio la semana anterior,

la que improvisaba coreografías de cualquier canción y siempre llevaba un cuento a cuestas porque le chiflaban las aventuras que se relataban en él.

Ese tiempo pasó, ha quedado ya en nuestra memoria melancólica de adulto resabiado, esa que de alguna manera se resiste a ver crecer a sus chiquillos en un tiempo en el que aterra tener que “dejar ir”

Hoy, como una auténtica modelo de pasarela, nos deleitas con la imagen de tu adolescencia, repleta de hormonas rabiosas que pelean por su espacio en la vida.

Estas muy, pero que muy, guapa!!!

Niña preciosa en cuerpo “casi” de mujer, sé que tienes en tu cabeza mil proyectos por hacer y otros tantos realizándose ya en este mismo instante.

Vienes pisando fuerte eso es obvio, y tu seguridad inocente ante cualquier cosa, en muchas ocasiones, me reconcilia a mí un poquito con el mundo.

En lo que me parece un tiempo algo cortito, has cambiado los relatos de las Witch por los cuentos de Jorge Bucay, al príncipe de Blancanieves por Brad Pitt y te derrites ante una foto de Mario Casas. De tus vestidos de princesita has pasado a los vaqueros ajustados que, visto lo visto, he de reconocer te sientan de maravilla.

Niña grande, adolescente inquieta. Quiero seguir viviendo de cerca tu despertar al mundo, poder compartir parte de tus vivencias (sólo aquellas que se puedan contar eh) y que sepas que detrás de ti, a tan solo unos pasitos de distancia y si así lo quieres, puedo y quiero estar.  

Te quiero un montonazo cariñete o, como les digo a mis hijos, te quiero hasta la luna y volver, jejeje.

Mil besitos guapa