ADIÓS NENA, ADIOS CARIÑO

     MI PARTICULAR HOMENAJE PARA TI

PARA ALGUIEN MUY GRANDE,

AMALIA  MARTÍN  JIMÉNEZ 

NUESTRA "NENA", LA NENA DE TODOS.

Parecía que no iba a llegar este momento nunca, no sé por qué, quizás porque tu envidiable carácter te hizo casi inmortal, y digo casi inmortal, porque de alguna manera ya siempre vivirás entre nosotros. Es lo que tienen las personas buenas como tú, que consiguen llenar los espacios, todos los espacios, los precisos y los abstractos.

Cierro los ojos y no puedo por menos que esbozar una sonrisa, ya que estoy segura de que en el trayecto de ese viaje misterioso, en dirección al infinito, vas regalándole besitos a todo el que te encuentras por el camino. Estoy segura también de que vas piropeando hasta a los ángeles, compañeros tuyos de ahora en adelante que disfrutarán de tu presencia, esa que a nosotros se nos niega ya.

Hoy por fin he entendido que existe un cielo, tiene que existir porque no se me ocurre otro lugar donde tú merezcas estar.

Duerme cariño, descansa ya. Tu tiempo aquí, que hoy se me antoja corto, ha finalizado. Te voy a echar tanto de menos… ya tenía razón Marc cuando dijo: “Cubelles no será lo mismo sin ti”. Ni Cubelles, ni ningún otro lugar, será lo mismo sin ti.

Hoy quiero dibujarte en un lienzo imaginario de mil colores, que representen la multitud de cualidades que existieron en tu interior. Quiero plasmar en él tu generosidad, la que has ido derrochando entre todo el que ha tenido la suerte de estar cerquita tuyo, tu risa, esa que nos has regalado hasta el último instante, tu dulzura, tu entrega, tu pasión, tu amor incondicional. Me faltan las palabras que no alcanzan a definirte como mereces.

El Universo, caprichoso de tu compañía, te ha reclamado y debemos dejarte ir.

Así que solamente se me ocurre darte las gracias por todo lo que compartimos juntas. Sólo se me ocurre decirte que te quiero muchísimo.

Buen viaje preciosa.

Adiós Nena, adiós cariño.