martes, 16 de abril de 2013

La niña y la mujer que soy



 
A veces aparece la niña que llevo dentro, esa que intento no mostrar al mundo, la que se asusta, la que llora, la que se enfurruña y echa a correr, la que no entiende, la que no quiere aceptar, la que no sabe por dónde tirar.

Esa niña, que también ríe descontroladamente, la que vuela alto sin pensar en la caída, la que es capaz de escalar montañas inalcanzables, la que mira sin miedo, la que se atreve, la que sueña, la que pide y la que da incondicionalmente.
 
  
  

Otras veces aparece la mujer que soy, la sensata, la que piensa, la que actúa, la equilibrada, la madura, la que mira al frente sin arrugarse, la que continúa hacia delante, la que embiste cuando es necesario, la que rompe, la que se desgarra por dentro con una sonrisa por fuera si la ocasión lo precisa, la que se enamora, la que toma decisiones.  

Esa mujer que también sufre, la que a ratos vive intensamente y a ratos muere profundamente, la que se fija metas y pelea por conseguirlas, la que se cae y la que se levanta, la que se deja la piel.
 


A veces, la niña y la mujer que soy, van de la mano por la vida en perfecta armonía y otras veces chocan estrepitosamente creando el caos en mi día a día.     
A veces quisiera ser la niña sin prejuicios adquiridos que no soy, la que pregunta cuando no sabe, la que pide cuando desea, la que come cuando tiene hambre y duerme cuando tiene sueño, esa que pudiera vivir sin normas establecidas por vete a saber quién, la que fuera libre sin pasado que le someta ni futuro que le acobarda, la que dice voy a volar y vuela.
Y a veces quisiera ser la mujer hecha y derecha que corresponde, segura de si misma, capaz de tomar decisiones sin pestañear, la que pisará fuerte, la que mirara al frente sin miedo y mirara atrás sin melancolía, la que se hace respetar, la que respeta, entiende y acepta, la que viviera en consonancia con el mundo.
A veces, y sólo a veces, sé que me pierdo entre los dos mundos. Sea como sea a veces hago examen de conciencia y esas veces sale la que soy, la niña y la mujer, la mujer y la niña, mi YO más completo.







 
 


5 comentarios:

  1. Después de leer tu libro (sí, por fin), llorar a placer con él, suspirar, cuando me mostrabas toda esa fuerza increíble y maravillosa que se respira al leerte y de saborear tu merecido triunfo al recuperar tu vida y tu salud. ¿Qué más puedo decir ante esta entrada? Pues que me sigues maravillando cada día más ante esas letras, sencillas, sin vanaglorias ni falsos sentidos, siendo autentica, natural, en definitiva siendo tu misma, sí, tu misma ante cualquier adversidad. Y por eso te admiro y esa admiración esconde mi cariño hacia ti, un cariño sincero cargado de admiración. Un abrazo fortísimo y mis mejores deseos para cada día de tu vida!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Frank por estas sinceras palabras, con ellas siempre me animáis a seguir escribiendo, aunque a veces flaqueen las fuerzas.

      Me alegro que te haya gustado el libro y que te lo hayas leído por fin :)

      Un beso muy fuerte

      Eliminar
  2. Eso no es extraño, Celia, somos seres humanos, no maquinas, los sentimientos, sensaciones y contradicciones, hacen el resto. Ánimo y nunca dejes de escribir, de verdad, me fascina lo bien que escribes. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  3. Celia ¿La niña y la mujer que soy es uno de tus libros?¿o este titulo pertenece a uno de tus libros?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La niña y la mujer que soy, es el título de este post pero no, no es ningún libro mío. El único libro por ahora editado mío es Hablo de cáncer, hablo de vida, que en caso de interesarte está en Amazon en este enlace

      http://www.amazon.es/HABLO-DE-C%C3%81NCER-VIDA-ebook/dp/B00JGWMSSA/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1400102308&sr=8-1&keywords=hablo+de+cancer+hablo+de+vida

      o en papel poniéndote en contacto conmigo por mail celia.escribano@yahoo.es

      Un abrazo!

      Eliminar