Si tuviera alas para volar viajaría
muy lejos, subiría en dirección al cielo para sentir la libertad de la
distancia, el silencio de la altura o la paz del infinito.
Volaría dándole rienda suelta a mi
imaginación, libre de ataduras físicas que me condenan a un espacio limitado,
me perdería entre las nubes y observaría desde las alturas como el mundo
empequeñece a mis ojos.
Qué habrá detrás de las nubes?? En mi sueño sólo mi
vuelo y lo imprevisto de una aventura inventada.
Si tuviera alas para volar recorrería
kilómetros de colores con entornos de formas abstractas, desde allí arriba seguramente
el alboroto mundano dejaría de tener importancia y las palabras carecerían de sentido.
Por un ratito saborearía la grandeza de lo etéreo, la huida de lo terrenal.
Y después volvería claro, sintiendo el
vértigo de la velocidad enredándose con mis pensamientos, sabiendo que al
aterrizar tendría que retomar la lógica de la rutina.
Retomar el aire contaminado de un espacio
compartido o el ruido infernal de una sociedad que jamás descansa, las
obligaciones, los problemas o los horarios inflexibles de ese reloj que
llevamos incrustado en nuestro cerebro.
Retomar la comunicación, esa que parece tan
difícil en tantos momentos. Los errores que me hicieron caer o los triunfos que
puedo contar.
Volvería para retomar aquello que dejé,
al cerrar los ojos un instante, para poder soñar.
Uff!!!! En ocasiones me gusta más mi
sueño y mi vuelo.
Si tuviera alas para volar……a veces
creo que tal vez no volvería!!!