Las personas, en
general, tenemos ese puntito masoquista que queda patente en algunas situaciones,
como puede ser en la acogida de una película de esta índole.
Hemos oído decir que
hay quien se ha desmayado, quien se ha mareado y ha tenido que salir de la sala
de inmediato, hemos oído también que el sufrimiento está garantizado, que es una historia real desgarradora,
que lloraremos a moco tendido y no sé cuantas cosas más. Es este el coctel perfecto
para convertir una tragedia en la película más taquillera del momento.
Y ahí estamos
muchos de nosotros, yo también, no lo niego, deseosos de impregnarnos de esta
barbaridad que la vida le ha hecho a una familia de bien, en unas vacaciones
que cambiará sus vidas radicalmente. El tráiler sigue poniéndome los pelos de
punta aun, o quizás más que antes de verla.
Sí, si tuviera
que definir lo que he sentido diría que me ha erizado de los pies a la cabeza,
y que me sigue erizando cada vez que la recuerdo o la comento con alguien.
Y es que ocurre
algo muy curioso al finalizar la película, cuando se encienden las luces de la sala nadie se
mueve de su asiento.
El impacto de lo
que acabamos de ver está reflejado todavía en nuestra respiración contenida, el
silencio pesa en el entorno. Nos miramos unos a otros y unas tímidas sonrisas
nos hacen volver a la realidad, salimos despacito del cine, casi nadie habla,
vamos todos como en trance asimilando la brutalidad de lo que acabamos de
presenciar en la pantalla.
La crueldad de la
fuerza de la naturaleza y la lucha desesperada por la supervivencia te sitúa en
el corazón del drama inmediatamente.
Imágenes
impactantes, situaciones extremas y unos actores de lujo hacen que vivas unos momentos
difíciles de digerir. Son casi dos horas de película donde se mezcla el asombro de lo inverosímil con la ternura del
milagro.
Pero para mi
gusto, y por criticar un poquito tanta perfección, comentaré que la cámara
lleva en bastantes ocasiones un movimiento algo mareante. Eso, unido a una
banda sonora que ensordece todos los sentidos, consigue el efecto deseado: el
desgarro!!
“Cuando todo está perdido, aquello por lo que
luchamos define quiénes somos”
Magnifica reflexión sobre la pelicula y extraordinario compendio de sentimientos que la engloban. Viva la vida! Carpe Diem!!! Albert U
ResponderEliminarMe parece que soy la unica que todavia no la he visto.. me temo que aplazo el momento pq se que me tocara la fibra..
ResponderEliminarSi es que valespató ahora como critica de cine eres un lujazo ;)
Muchos y muchos besitos
Teneis que verla, ninguno de los dos la habéis visto. Vale la pena, os lo aseguro.
ResponderEliminarBesitos