viernes, 13 de junio de 2014

Si cierro los ojos y te pienso...




Si cierro los ojos y te pienso, en mis primeros recuerdos de infancia, te veo encima de un escenario sacando de la chistera a Chispa, nuestro conejo que en aquellos tiempos, entre función y función, vivía en nuestra casa como el que tiene un perro y al que yo, de niña, daba de merendar (a escondidas tuyo) galletas todas las tardes. Y hoy cumples setenta años, madre mía, cuanto camino recorrido….

Se te conocía, por aquel entonces, como el mago de las palomas multicolores, que también ellas vivían en nuestra casa y yo iba fardando por ahí de tener palomas de todos los colores habidos y por haber J .En el mundo del espectáculo me consta que aun te recuerdan así.

Alquimista de ilusiones, capaz de hacer desaparecer y aparecer en un plis-plas cualquier objeto que te quepa en una mano, sé que recordar aquella época aun te eriza la piel, que acercarte a un escenario puede emocionarte hasta hacerte saltar las lágrimas, sé que la magia es tu gran pasión y, aunque aquella maravillosa época pasó, el mago que llevas dentro de vez en cuando se queja y pide salir un ratito aunque sólo sea para nosotros.

Si cierro los ojos y te pienso, te recuerdo con tu guitarra cantando canciones de Moncho, el rey del bolero, que yo tarareo distraídamente más veces de las que soy consciente, te veo rodeado de esos amigos que vibraban en tu misma frecuencia y, siempre que te pienso así, me emociono  tanto como tú con tu magia.

También te recuerdo trabajando en tu despacho, capaz de vender lo invendible, comercial cotizado por el que hoy se pelearía más de un empresario. Falta en el mundo laboral profesionales de tu categoría. Si hoy sé vender como sé hacerlo, es porque llevo tu escuela interiorizada y sólo tengo que dejarla fluir.

Cuando cierro los ojos y te pienso, vuelvo a las conversaciones infinitas que hemos mantenido siempre, donde todo cabe y todo es digno de ser filosofado hasta la saciedad. Vuelvo a las confidencias hechas a media voz de toda una vida, donde únicamente la exactitud de cualquier situación se nos muestra nítida por difícil que sea, desnuda de adornos inútiles que puedan disfrazar una verdad costosa de soportar. Con la sinceridad por bandera hemos ido tejiendo, día a día, nuestra relación, esa relación de la que hoy nos sentimos tan y tan orgullosos.

Cuando miro atrás y veo el camino recorrido, sé que no siempre fue fácil, sé que nos hemos dejado la piel en cada paso dado, sé que ha sido necesario cada disgusto para poder gozar de cada alegría, sé que en cada tropiezo estábamos, de mejor o de peor manera, juntos.

Y sé quién eres, sé dónde estás, sé qué sientes y cómo lo sientes, sé el padre que tengo y sé lo orgullosa que me siento de él.

Sé que te adoro. Y sí, sé también la rabia que te da cumplir setenta años J. Pero es lo que hay, hoy toca cumplir los setenta y los llevas muy, pero que muy bien.

Te quiero papá, muchísimas felicidades!!!











7 comentarios:

  1. Palabras dignas, de minutos retenidos, de sentimientos limpios y claros como el agua. Felicidades!!

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    1. Gracias Domingo, me encanta que te haya gustado.
      Un beso!!

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  2. Una maravillosa carta que sé, sin lugar a dudas, que si Mateo, tu padre, estuviera leyendo ahora mismo, estaría llorando a moco tendido como un niño chico y si ningún tipo de vergüenza porque así es él, sensible y muy emotivo (y sino que se lo digan a mi hermano, con el cual ha llorado más de una vez y que se quieren como si fuesen padre e hijo). Sí, Celia, una muy merecida carta pues tu padre es un ser excepcional. (Dale por favor un gran abrazo de mi parte en cuanto lo tengas enfrente).

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    1. Lo haré Frank,muchas gracias.
      Y sí, jejeje,anoche me llamó llorando emocionado. La carta le ha encantado tanto como a mí escribirla. Él se lo merece!
      Un abrazo amigo,

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  3. "Cuando cierro los ojos y te pienso. ..". Me encanta la frase. Y el sentido que adquiere cuando se trata de una reflexión sobre nuestra realidad y, más en concreto, sobre ese origen que nos hizo ser quien somos. Se mezclan los recuerdos, la luz que ha ido siempre iluminando los pasos hasta cuando todo parecía oscuro. Hay tanto de entrañable y de vida que no puedo sino felicitarte. Cierro los ojos y te pienso.....Y los abro. Y todavía, abiertos, con más sentido.

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    1. Muchas gracias Vicente.
      Sí, con los ojos bien abiertos me paseo por el presente y al pasado voy para reconocer el inicio de toda una vida.
      Me alegro que te haya gustado y te agradezco que te pasees por éste mi rinconcito. Un abrazo

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  4. Gracias guapa, por tus palabras y por leer esta carta que siento tan especial
    Un abrazo muy fuerte!!

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