Llega la noche más mágica
del año, y este año viene acompañada de una preciosísima luna llena que ayer ya
se podía contemplar en todo su esplendor.
Yo soy una de esas
enamoradas de la luna llena y de las noches de Sant Joan. Así que esta será una
noche bien especial!
La luna cuando brilla
inmensa y plena me parece uno de los espectáculos más bellos que podemos
contemplar en nuestro cielo nocturno. Ella, solitaria y majestuosa, se sabe
coqueta y admirada por todos nosotros desde aquí abajo y luce radiante ante
nuestro asombro.
Una noche de luna llena
les conté a mis hijos que la luna es mágica y, que si le pides un deseo y cierras
los ojos por un instante, puedes conectarte a ella y el deseo se te cumple. Los
tres nos cogimos de la mano y mirando hacia el cielo pedimos cada cual nuestro
deseo, luego cerramos los ojos y el silencio se apoderó de nuestro momento; al
abrir de nuevo los ojos, nos sonreímos y continuamos nuestro camino despacito, permitiendo
que la sensación recorriera nuestro cuerpo y nuestra mente.
No sé explicar bien qué
pasó entonces, lo que sí sé es que entre nosotros sí que conectamos, seguramente
con la luna también porque desde ese día cada vez que ven en el cielo la luna
llena me buscan, me cogen de la mano y quieren pedir sus deseos. A ver si no es
mágica ella!!
Por otro lado la noche de
Sant Joan siempre la he vivido con una emoción especial, es la noche donde los
rituales para supersticiosos y las ganas de diversión en plena calle para los
fiesteros van de la mano en perfecta armonía.
Las playas se abarrotan
de personas con ganas de compartir el exceso de energía positiva que se respira
en el ambiente, en las terrazas de muchas viviendas se juntan amigos para
disfrutar de esta fiesta y seguramente al acabar la cena saldrán a las calles para
compartir con extraños, que se convierten en amigos temporales, una noche de luces
de colores, de petardos y olor a pólvora,
de cocas de frutas y de cava, quedando hipnotizados admirando el fuego de alguna hoguera.
Este año tenemos unido en
un mismo momento los dos grandes acontecimientos de los que ya he dicho me
siento enamorada, así que solamente me queda disponerme a disfrutar de mi luna
y de mi noche mágica. Ya tengo mis deseos preparados y mis rituales en marcha,
por lo que sólo me queda desearos a todos una feliz verbena de Sant Joan y una
feliz noche de luna llena.
Desde aquí deseo que se nos cumplan a
todos nuestros más ansiados deseos.
Feliz noche mágica por partida doble!!
Gràcies per regalar-nos aquest magnífic relat. Desitjem que els teus somnis també es facin realitat. Una abraçada. Albert
ResponderEliminarEsperem que si, els meus, els teus, els de tothom.
EliminarGràcies a tu per les tevés paraules Albert
Un petonet!!
Desde bien chico que contemplaba yo la luna, tenía "un no sé qué" que me atraía y subyugaba, era superior a mi y no podía dejar de contemplarla. Otra cosa es la noche de San Juan, en Badajoz era el momento mágico de ver y admirar a mi padre tirando al cielo cohetes de colores que me dejaban entusiasmado, pero sobre todo admirado del valor de mi padre al lanzarlos. En fin, mágica sin duda, nuestra luna y nuestra fiesta de San Juan. Besotes lindísima.
ResponderEliminarQue tal fue la noche? La mía muy bien.
EliminarLa luna estaba preciosa y aunque estaba el cielo tapado hubo un momento que se dejó ver.
Yo también recuerdo las noches de Sant Joan de mi infancia con mucha ternura.
Un beso fuerte